jueves, 31 de diciembre de 2020

Así se hizo: El Pescador Imposible

 


Buenas tardes a todos, un gusto saludaros con ésta nueva oportunidad para reflexionar sobre los procesos creativos que he puesto en práctica en el noble arte del dibujo. La obra que aquí expongo es: "El pescador imposible", obra que realicé durante los meses de Agosto y Septiembre de éste mismo año 2020.
Esta obra podría ser una perfecta continuación del mundo onírico que se manifiesta en "Caracoles Gigantes", obra que desarrollé en el 2014. Seis años de distancia hay de una obra a otra, sin embargo, presentan temáticas idénticas, donde vemos al ser humano sobrepasado por una naturaleza majestuosa y sublime.

Ahora bien, tras ésta breve introducción, es hora de adentrarnos en el desarrollo del proyecto. Primero, voy a citar el material empleado, portaminas grosor 0,7 mm., carboncillo negro, difumino, y un papel de 100 x 70 cm., nada más. Mi filosofía artística se caracteriza por el uso de herramientas simples para alcanzar la máxima complejidad artística.
Y ahora, adentrémonos en la aventura de la técnica y en sus procesos de desarrollo, leed con atención y disfrutad.

El pescador imposible es la figura central de toda la obra, no quiero decir que vaya a ocupar el centro espacial del papel, eso no me interesaba, porque ante todo, en éste dibujo buscaba una asimetría de protagonismo en sus elementos. No será tan importante el pescador, como iremos viendo a lo largo del proyecto, ya que va a ocupar un espacio prácticamente insignificante con respecto a la naturaleza que lo envolverá. Sin embargo, el pescador será la figura central en cuanto a su presencia desde el inicio del proyecto, y en cierto modo, su ubicación será un punto de partida que irá definiendo el resto de elementos que lo rodearán.
Desde el inicio del proyecto, hasta su finalización, he tenido la compañía del pescador imposible, teniendo cada uno el sabor de su propia soledad, él, como pescador desarraigado de una naturaleza real, y yo, como dibujante inmerso en mis propias reflexiones creativas.


Si hay algo que caracteriza a éste proyecto, es el empleo constante de la improvisación, un método al que recurro con frecuencia cuando quiero maximizar la estética de los escenarios oníricos y surrealistas.
En ésta imagen decido dar forma a un pez que sale a la superficie mediante un salto, a diferencia del pescador, no he utilizado ningún referente fotográfico, el pez ha sido creado mediante la improvisación, no busquéis parecido en especies reales, aunque no descarto que lo podáis asemejar con animales acuáticos que os resulten familiares.


Detalle del pescador con el pez saltando. El enorme tamaño del pez, en comparación con el pescador, ya nos está dando indicios de lo subliminal que va a ser la naturaleza que aún está por desvelarse.


La llamaremos Flor-farola, casi desde el principio quise que éste elemento apareciese en la obra y tuviera una vital importancia. Éste elemento va a enmarcar la escena de la pesca, y su largo tallo dotará de mayor surrealismo a la obra. La Flor-farola está inspirada en los temas decorativos que pueden verse en el Modernismo, moda artística que tuvo como finalidad incorporar elementos representacionales de la naturaleza en objetos esencialmente instrumentales, fue una forma de dotar de belleza a la arquitectura y a los objetos generados en el apogeo industrial.

Aunque no os lo creáis, encajar el tallo de la Flor-farola me llevó toda una sesión de trabajo. El elemento no es que sea difícil de dibujar, pero el reto consistía en que ocupara una buena altura del papel, al mismo tiempo que su curvatura fuese visualmente lo más natural posible.


Al terminar de dibujar la Flor-farola, es cuando decido añadir una enorme mariposa. Con la mariposa vuelvo a buscar el apoyo de los referentes fotográficos, para poder acercarme con mayor precisión a la anatomía del animal.
Quería crear una anatomía detallada, pero también que invitase a la fantasía, así que la mariposa que he dibujado presenta una serie de rasgos de la anatomía realista, que combinan con otros rasgos añadidos por la invención, como por ejemplo las alas, con una representación inspirada en las vidrieras abstractas.


Detalle de la mariposa


No voy a extenderme mucho explicando cómo fui añadiendo cada elemento, como he mencionado anteriormente, todo el conjunto es una improvisación continua. El diseño de la obra iba cogiendo forma justo en el momento de retomar el trabajo, me venían diferentes ideas creativas con respecto a las que trabajé el día anterior, y tampoco predecía con qué ideas iba a trabajar al día siguiente, el proyecto, por así decirlo, se fue construyendo mediante la continua sorpresa.
Para algunos artistas, esta ausencia de predicción puede generarles ansiedad, pero para mí fue un ejercicio divertido, viéndome completamente libre de las cadenas de un proyecto planificado. Aquí se ponían en juego el azar, la progresiva invención, y lo que tenga que ser bienvenido sea. Sea cual sea el resultado, y la forma final de la obra, sólo me tenía que preocupar que el acabado del trabajo fuese impecable y seductor.

Me pareció interesante que en el mismo paisaje se jugase con conceptos como dentro y fuera del agua. Así que en una misma obra podremos ver dos escenarios, un espacio subacuático, y peces avistados en el exterior del agua. Nunca había hecho algo así, así que me lo planteé como otro desafío.
 

Detalle del pez en el interior del agua


Doy comienzo y detallo de la roca de la esquina izquierda inferior. Las rocas de gran volumen, colocadas en la parte inferior de la obra, darán consistencia y peso visual al conjunto paisajístico.


Detalle de la roca acabada


En ésta fase quise dar por concluida la parte inferior del paisaje (interior del agua), espacio donde antes se me reveló cómo debía concluir, sin embargo, toda la parte de arriba seguía siendo una incógnita hasta los días siguientes.


Detalle del interior del agua


Añado otro pez saltando a la derecha, tanto su cuerpo, como sus aletas tienen una definición circular, esto dotará de movimiento al animal, en contraposición del pez que se exhibe en el interior del agua, que al estar nadando, sólo se avista en una posición horizontal y de perfil. 
Como podemos observar en éste pez saltando, su cabeza no posee una anatomía natural, fue inspirada por el mundo de las armaduras y cascos que ofrecen los guerreros de la Era Clásica.


Detalle


¿Y ese pez que se empieza a ver con líneas básicas de dibujo? Va a ser el animal más grande del conjunto, también el más extraño y onírico, porque su anatomía se compondrá de elementos circulares. A diferencia de otros peces de la obra, no se le verá saltando del agua, simplemente está flotando, como si fuera un pez del aire y no de su elemento natural, un pez que no se pesca, tan inalcanzable como irreal, como si de un pez fantasma se tratara.
 

En ésta imagen ya vemos concluido el Pez-fantasma, compuesto por formas circulares, tal y como quise representarlo. Se me ocurrió que una de sus aletas agarrara la Flor-farola, es una manera de integrar el Pez-fantasma al resto de elementos y al propio paisaje.

Justo en ésta etapa del proyecto, se me acercó un vecino mientras trabajaba en la obra, creo que no lo he comentado antes, pero estaba pintando en el exterior, en una comunidad de vecinos en plena temporada de verano, era Agosto. El buen hombre, con palabras prudentes y sin querer interrumpir mucho mi concentración, me dijo: "Pensé que estabas pintando algo de aquí, al verte trabajar en la terraza cada día a la misma hora, pero me acabo de dar cuenta que lo que haces no lo tienes delante, estás pintando con la cabeza".

Esas fueron sus palabras exactas, "pintando con la cabeza", nunca he usado esa expresión, pero sé a qué se refiere. Cierto es que puede desconcertar el hecho de que me vean pintando en el exterior por la luz natural, o por el aire fresco de la mañana, o también para nutrirme del ambiente ue ofrecen mis vecinos, ya que durante el resto del año siempre trabajo solo. Sin embargo, no pinto en el exterior por lo que tenga delante. O quizás, de algún modo, sí que tenga frente a mí lo que estoy pintando, pero permanece invisible a ojos de quien no es artista.
El universo surrealista es todo un misterio, abierto sólo a unos pocos, y oculto para quienes sólo saben mirar el mundo desde las leyes de la realidad, por ello, mi tarea es dar forma al mundo invisible mediante obras de arte, aunque eso sí, siempre hasta donde mis capacidades alcancen. Espero ser muy capaz de poder transmitir las maravillas que se me revelan a diario.


Detalle del Pez-fantasma


A estas alturas del dibujo empieza a molestarme la posición de la barca, su ángulo y perspectiva, en comparación con la vista que ofrece el resto del paisaje, empieza a molestarme, y a percibirlo como un elemento de representación errónea. La barca ha dejado de estar en consonancia con una perspectiva creíble, así que, para enmendar ese error artístico, generé unos puntos de fuga hacia el horizonte del agua, en la imagen siguiente podemos percibir el significativo cambio que he desempeñado en la barca. 


Bajo el Pez-fantasma incorporo otro enigmático pez, el Pez-sombra, otro animal de naturaleza onírica, en el que sólo vemos la sombra de un pez, pero sin estar presente el pez corpóreo que debería proyectar dicha sombra. Al igual que sus otros tres compañeros acuáticos, también está saltando sobre el agua.
Tanto el Pez-fantasma, como el Pez-sombra, y la Mariposa gigante, están constituyendo una fauna que potencian el surrealismo en la obra.
 

En ésta etapa de trabajo la he dedicado a rellenar elementos como el mar, y las alineaciones rocosas que dan profundidad al paisaje. Se podría decir que aquí ya doy por concluido la definición de todo el entorno y de los personajes que se aprecian en él. Sin embargo, en los días venideros hice un ejercicio de repaso, es decir, potenciar y ampliar la gama de grises a portaminas, para dar más volúmenes y detalles a todos los elementos.

 

Ya estamos finalizando la obra, es la hora de generar un clima en la parte aérea del paisaje, para crear los fondos cambio de herramienta, dejo a un lado el portaminas para resolverlo a carboncillo. El carboncillo siempre lo dejo para el final, cuando ya tengo todos los elementos definidos y acabados, voy generando con cuidado pequeñas manchas  a carboncillo, para ir suavizándolas con el difumino.
Me he percatado que la curvatura de la Flor-farola me ha dado espacio suficiente para añadir dos horas que surjan de su tallo, decido incorporar dicha idea, cualquier detalle que pueda agregar, enriquecerá el conjunto de la obra. Siempre me han gustado las obras recargadas, es como darle un valor añadido al trabajo.


Trabajo un poco más el fondo a carboncillo y difumino, y... nada más, obra concluida tras dos meses de trabajo.
Espero que hayáis disfrutado de éste pequeño documental fotográfico, y hayáis percibido, o al menos haber tenido una ligera idea, de éste proceso creativo que desemboca en arte.


Abraham Moscardó frente al Pescador Imposible.
 Fotografía realizada en Noviembre de 2020 en su estudio.

Tomando té con el Pescador Imposible en una tarde de invierno, fue una conversación amena y nostálgica, echamos en falta los días de verano. 
Abraham Moscardó
28-11-2020


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