martes, 31 de diciembre de 2024

Así se hizo: Una carta para Theo



En este espacio tengo el placer y el honor de presentaros como se desarrolló el proyecto artístico "Una carta para Theo", que a diferencia de mis obras anteriores, este trabajo no se gestó desde la idea original de abordar una obra plástica a partir de una serie de bocetos visuales, sino que tomó forma a partir de un microrrelato que fue publicado por la editorial Diversidad Literaria. Es en estos casos cuando se puede decir que la creatividad literaria sirvió de referente e inspiración para el arte plástico.
El microrrelato es una carta que Vincent van Gogh le dedica a su hermano Theo, para expresarle sus vivencias e impresiones en su estancia en Arlés (sur de Francia), en un tono altamente sensible y emocional, que incluso podría intuir su fatídico futuro.
El formato escogido para el proyecto es un lienzo de 130 x 97 cm. y decidí que fuera resuelto al óleo, emulando una técnica pictórica similar al pintor holandés Van Gogh. 


Plasmé en el lienzo un sencillo boceto a carboncillo, para encajar las figuras principales que van a protagonizar la composición de la obra, procurando que haya una perspectiva y una profundidad con la posición de los árboles, representando árboles de mayor tamaño en un primer plano, y los más pequeños en planos posteriores. Decidí que la figura de Van Gogh sea mucho más pequeña que la de los árboles, para aumentar esa sensación de sobrecogimiento por el incipiente otoño de Arlés.

Detalle.

Cuando empiezo a introducir pintura sobre la obra me gusta empezar por los fondos, la pintura es una aventura que siempre comienzo con una cierta timidez, la obra en sus inicios aún tiene por delante un largo recorrido de madurez, por lo que a lo largo de mis sesiones de trabajo voy intuyendo y definiendo los colores que definirán todo el conjunto de la obra. Cuando el fondo ya tiene sus colores apropiados, puedo ver con más facilidad todo el conjunto cromático. Aunque por supuesto, no estoy exento de tener mis errores y aciertos durante el resto del proceso.




Reconozco que he disfrutado pintando el fondo, ha sido un buen ejercicio de pincel, en el que predominaban los trazos cortos con una buena carga de pintura, los colores empleados para este ejercicio fueron principalmente el amarillo primario, el blanco, y el marrón siena tostada. La elección de un fondo amarillo ayudaría a que mi cuadro fuera estéticamente similar a la obra de Van Gogh, aunque por supuesto, será inevitable que nuestras habilidades y técnicas individuales marquen las diferencias entre ambos, porque al final cada obra es un retrato donde se percibe la esencia de cada artista.


   Detalle fondo en proceso


Me pareció interesante que los trazos de pintura tuvieran una dirección en espiral, rodeando al sol, para generar un aura de movimiento en el cielo, tal y como Van Gogh haría en su obra, "La noche estrellada" (1889). 


Aquí empiezo a encajar los colores que definirían el árbol de la derecha, también con trazos cortos de pintura, pero una vez pintado nunca me terminó de convencer, por lo que terminaría cambiando la forma de resolver el árbol, buscaría otra técnica pictórica. 



Detalle, cambio cromático del árbol derecho principal, 
y encaje en pintura de los árboles de atrás.



Fondo resuelto




En esta sesión de trabajo empiezo a abordar el camino donde se encuentra el retrato de Van Gogh, con trazos cortos direccionales hacia el fondo. Los trazos más largos en un primer plano, y los trazos más cortos y difusos en los planos posteriores, para igualmente generar profundidad. Los colores empleados para definir el camino fueron, amarillo primario, el color tierra siena tostada, verde pizarro, unas pequeñas dosis de azul cían, y el blanco.


Detalle, camino resuelto.



En esta parte del proyecto voy rellenando la parte de la hierba del paisaje, con un punteado para darle una consistente textura visual. Los colores empleados son el amarillo primario, el verde Pizarro, y el marrón siena tostada. A estas alturas ya he mencionado todos los colores que emplearé a lo largo y ancho de todo el proyecto, los colores siempre son los mismos en cada fase de trabajo, pero alterando las dosis cromáticas para ir definiendo cada elemento de la obra. Se podría decir, que todo lo que está en la obra comparten un mismo ADN cromático, pero alterando las proporciones de color para que cada objeto representado tenga su propia presencia.


 Área de la hierba concluida 




En esta imagen ya nos adentramos en el arbusto del primer plano, que sirve de barrera entre el espectador de la obra y el paisaje representado. El arbusto, al igual que toda la área de hierba, también ha sido resuelto con un punteado, pero añadiendo el azul cían en la composición cromática, para darle un aspecto mas saturado de color. 
Y por último, se le ha añadido al fondo una pequeña alineación montañosa en azul, siguiendo el ejemplo pictórico de algunas obras de Van Gogh.


Arbusto de primer plano resuelto.


Redefinición cromática del árbol izquierdo
 
He cambiado el color del árbol izquierdo de la composición, colocando unos colores más saturados, en el que otorgan al mencionado árbol una mayor robustez y presencia. Este árbol, pese a ser un elemento aislado en su lado izquierdo, tendrá un peso estético y visual equiparable al de los árboles de la derecha.


Detalle

Inicios cromáticos de la figura de Van Gogh, el verdadero protagonista del microrrelato, personaje que he preferido reservarlo para el final, una vez que ya tuviera el fondo y el resto del paisaje casi resueltos. 
Desarrollar esta parte de la obra me iba a suponer un reto personal, obviamente no podría hacer un retrato exacto del pintor holandés, sin embargo, debía buscar la manera para que fuese reconocible, dándole unos colores icónicos que fueran representativos en la figura de Van Gogh. Opté por hacer una composición de diversos azules en su vestimenta, junto con su característico sombrero de paja.  


Figura de Van Gogh en proceso



Detalle


Panorámica de la obra.


Detalle de los árboles, 
parte derecha de la obra.


Parte de abajo de la obra, 
se agrega hierba alta en el primer plano del arbusto.


Detalle panorámico.

Ya casi finalizando la obra, decidí aumentar la complejidad de los árboles, añadiendo más ramificaciones en sus copas, pintando ramas que crecen en distintas direcciones y que apuntan hacia lo alto. Este agregado dará a los árboles más carácter y majestuosidad, otorgando al conjunto del paisaje una mayor sensación intimidatoria, para crear así esa atmósfera otoñal que impresionó a Van Gogh y dio forma a su carta.


En esta sesión de trabajo empecé a colocar las hojas otoñales a los árboles, para dichas hojas opté por una mezcla de marrón y rojo, siendo el rojo el color predominante. Ya que el fondo compuesto por el amarillo y el marrón, hacía difuminar el marrón de las hojas, siendo así poco perceptibles en el conjunto paisajístico, por lo que decidí agregarles el rojo para realzarlas. 
Los árboles no debían ser muy frondosos en hojas, quería representar la caída, son las hojas que despiden la primavera para dar paso al incipiente otoño, por lo que decidí representar hojas que aún están sujetas en los árboles, hojas que ya han están en el suelo, y otras hojas que están en caída en el aire. 
Las hojas rojas también dan un aire de viveza al paisaje, pese a que el otoño es la estación de las "despedidas", de lo marchito, y el tránsito a la muerte en los ciclos estacionales. Sin embargo, el otoño también puede vivirse con intensidad, ya que es la estación de los cambios, la copa del árbol debe vaciarse para volver a florecer en primavera. 


Detalle de la copa del árbol izquierdo.


Detalle, árboles de la derecha


Detalle, hojas frente al sol.


    Detalle, hojas en caída


Detalle de la figura de Vincent


Retrato de Vincent, vista completa


Detalle


Detalle, hoja cayendo al suelo


Firma y fecha de finalización de la obra


Una carta para Theo
2024
130 x 97 cm.
Óleo sobre lienzo




Ahora voy a dedicar unas últimas palabras a esta obra, en el que me ha brindado una buena experiencia tanto artística como de aprendizaje. Si este cuadro existe hoy, y ha salido del trabajo de mis pinceles, se lo debo a la editorial Diversidad Literaria, empresa que oferta una variada agenda de concursos literarios, de los cuales me animé a presentarme en el Concurso Internacional de microrrelatos "Otoño e Invierno VIII", celebrado el 8 de Febrero de 2024, concurso que fui seleccionado por mi escrito "Una carta para Theo". Y en base a este escrito, decidí expandir el concepto a una obra plástica, porque antes que escritor me considero pintor, ya que fui creciendo como tal desde mis años más jóvenes. 
Tanto la obra escrita como la obra plástica nos hablan de lo mismo, de la admiración artística que todos sentimos por Vincent van Gogh, y el amor fraternal que éste le profesaba a su hermano Theo. Este mi homenaje que con gusto y con cariño ofrezco a los van Gogh. 

Abraham Moscardó     
  

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