jueves, 31 de diciembre de 2020

Así se hizo: Alas de Ángel



Hola, muy buenas tardes a todos, hoy quisiera compartir con vosotros el proceso de desarrollo que he seguido en la obra "Alas de Ángel", dicho proyecto fue un encargo que me solicitaron el verano pasado. He de decir que, para mí, el encargo no sólo supuso un halago, por tener la oportunidad de poder realizarlo, ya que los clientes hacen que te sientas valorado profesionalmente, cuando confían en tus habilidades y solicitan tu trabajo artístico, sino que además, también supuso un desafío en cuanto a la producción se refiere. Cada obra presenta sus desafíos, ya que cada obra es singular, y te piden unas necesidades de trabajo distintas, pero éste proyecto tuvo el desafío de tener que realizarlo a doble lámina, procurando que los elementos presentados tuvieran una expresión simétrica y de máximo parecido. 

Mi cliente tuvo una idea previa de lo que buscaba cuando contactó conmigo, unas alas de ángel de dos piezas para decorar un dormitorio, al principio tenía la idea de que las alas fueran a color, pero tras su visita a mi estudio, donde vio diversos cuadros hechos a portaminas en blanco y negro, el cliente cambió de idea y se inclinó por mi técnica en el dibujo.
Igualmente le hubiera hecho el mismo trabajo a color, a óleo para ser exactos, sin embargo, coincido con mi cliente en que éste proyecto tiene las características para lucir mucho mejor en la definición que ofrece el portaminas. El óleo hubiera dado un registro completamente distinto, colorido, sí, sin embargo, es con el portaminas lo que me permite representar mejor los elementos al máximo detalle.

Para abordar la obra retomo mis habituales herramientas, portaminas de grosor 0,7 y papel, nada más. Suelo utilizar un carboncillo para resolver los fondos, sin embargo, en éste proyecto prescindiré de tal herramienta, pese a que siempre evito las grandes superficies de papel en blanco, en éste trabajo es justamente necesario, e incluso diría yo, obligatorio. El blanco tiene aquí un aporte esencial, el blanco es la luz, la pureza y la divinidad, por lo que será la adecuada atmósfera para las alas.
Ahora sí, dejando a un lado la introducción conceptual, vayamos a la acción, es hora de revelar la técnica.


Para empezar el proyecto, y como podéis apreciar aquí, coloco dos caballetes, uno junto al otro, si el proyecto son dos láminas, he de visualizar el conjunto del trabajo desde el principio. Sin embargo, y aunque os parezca raro, no he estado trabajando en las dos láminas simultáneamente, hay una razón para ello, os lo revelaré cuando alcancemos la mitad del proyecto realizado. ¿Ok?


Ésta foto representa una primera sesión de trabajo, aquí hago una serie de trazos casuales, sólo para ubicar el espacio que el ala debe tener sobre la lámina de papel. Casualmente empiezo por el ala izquierda, ¿será porque soy zurdo? Y tal y como defina ésta ala, así será el ala derecha, deben ser exactas. Creo que no lo he mencionado antes, cada lámina mide 50 x 70 cm. Por lo que serán unas alas de dimensiones generosas, lo comprobaréis en la fotografía final.


En ésta fotografía ya tengo una primera fila de plumas prácticamente definidas, y empiezo a dar forma a las plumas de la segunda fila. Os diré, que antes de meterme en el detalle de las plumas, hice una pequeña recolección de imágenes fotográficas, donde pudiera observar al detalle plumas de diferentes aves, esto me permitirá dotar a mi dibujo de una mayor realismo.


Poco a poco, voy representando cada pluma en un orden determinado, empiezo a ver que me estoy enfrentando a un trabajo tedioso, no aburrido, porque percibir mis avances artísticos siempre me reconforta y me divierte, sin embargo, es un trabajo repetitivo, todo el tiempo estoy repitiendo el mismo gesto con el portaminas, pequeños trazos y rallados que se sobreponen entre sí, siguiendo la dirección del pelillo que dan forma a las alas.


Muy bien, en ésta fotografía ya tengo la segunda fila de plumas concluida, voy observando el efecto visual del dibujo con mayor determinación. 
¿Que cómo consigo ese efecto de volumen en las plumas? Jejeje. Me alegra que me hagáis éste tipo de preguntas, veo que tenéis interés en éste tipo de cuestiones, y es de agradecer que estéis observando mi trabajo con tal precisión en los detalles. Os lo explicaré sin más demora, mirad, escuchad, para que las plumas, y el conjunto del ala, tengan ese volumen visual, hay que generar un sombreado más saturado en las puntas donde la pluma hace el enganche sobre el ala, al mismo tiempo que dejamos un efecto más translúcido en el extremo opuesto de la pluma, que será la terminación más visible.
¿Lo habéis comprendido? Esperad, os lo explico de nuevo.
Para que las plumas, y el conjunto del ala, tengan ese volumen visual, hay que generar un sombreado más saturado en las puntas donde la pluma hace el enganche sobre el ala, al mismo tiempo que dejamos un efecto más translúcido en el extremo opuesto de la pluma, que será la terminación más visible.

Si de verdad os estáis leyendo toda la explicación, desde luego que os aplaudo. Jejeje ¿Sigo? 



Y ahora mi parte favorita, la tercera fila de plumas ¡Por fin! Porque me encantó desarrollar ésta parte del dibujo. Éstas plumas son más alargadas y ligeramente más anchas, por lo que me permite un mayor espacio en el papel para explayarme en los detalles, y esto significa, más rallas a portaminas y un mayor empleo en la gama de grises. La tercera fila de plumas dará al conjunto del dibujo un mayor realismo.




Ala izquierda concluida, a estas alturas del proyecto ya había invertido un mes de trabajo. Sí, lo sé, parece un tiempo excesivo, lo es, pero cuando quieres trabajar empelando la máxima atención en los detalles, puedes pasarte varias horas con muy pocas plumas, incluso vuelves a incidir en las plumas que ya dabas por acabadas, es una continua rueda de mejora y perfección. De todas formas, ya había hablado con mi cliente el tiempo que iba a tardar en abordar el proyecto entero, le dije dos meses, un mes por cada ala me parecía justo, en los encargos artísticos más vale ir sobrados de tiempo que ir justos, las prisas con la creatividad no suelen congeniar muy bien.
Cuando terminé de dibujar el ala izquierda, no comencé al instante con el ala derecha, la segunda parte del trabajo lo dejé para el día siguiente, en ese momento celebré el resultado de la primera parte del proyecto, a mi parecer, creo que he tenido un resultado notable ¿No os lo parece?
Así que... me preparé una buena taza de té y disfruté de éste gran momento. Por cierto, si queréis acompañarme en el té, sólo tengo azúcar moreno, podéis serviros cuanto necesitéis.



Vamos a por la segunda parte del proyecto, ya tengo el ala izquierda definida, y el ala derecha debe ser igual, quizás ya lo habéis intuido al ver ésta fotografía, y si no, os lo digo, para encajar la segunda ala he realizado un calco. Una técnica muy sencilla, en el que puse la lámina en blanco encima de la lámina que ya tiene el ala dibujada, y apoyado sobre un un cristal, aprovechando la luz del día para realizar el calco. Es una técnica de lo más doméstica, artesanal y común, en algún momento de nuestras vidas todos hemos hecho algo así. 
El calco no sólo me permite dibujar un ala más o menos idéntica al ala original, sino que también me aseguro que el ala tenga la misma ubicación espacial sobre el papel que el ala izquierda, respetando tanto la misma altura como las distancias en los márgenes. Esto permitirá que el ala derecha haga un buen juego de simetría y parecido con respecto al ala izquierda.
Quizás, pueda haber una diferencia de milímetros en cuanto a la simetría se refiere, con esto me refiero a las alturas de ambas alas sobre el papel, sin embargo, tal diferencia tampoco me importaría, sería una imperfección mínima, y al final, la mente, en su empeño por darnos un orden al mundo, nos hará ver las dos alas sobre una misma línea espacial.


Bueno, como ya os he comentado antes, éste proyecto requiere de un trabajo de constante repetición, repetir una y otra vez el mismo gesto con el portaminas, al igual que un atleta repite diariamente su rutina de ejercicios. No tengo más opción que el hacer uso de la paciencia, todo el trabajo que he realizado sobre el ala izquierda, he de hacerlo de nuevo sobre el ala derecha, con paciencia y tranquilidad. Recordad que he tenido otro mes para hacer lo mismo pero en la dirección opuesta, ahora los pelillos de cada pluma deben mirar en la otra dirección, así que... lo que viene ahora ya os lo sabéis, por lo que voy a dejar de escribir. Seguid disfrutando del avance con el resto de fotografías. 






Vale os explico de qué va esto... ¿Os habéis preguntado alguna vez, cómo consigo que mis dibujos tengan ese efecto de movimiento? Pues aquí está la respuesta, soy incapaz de, pero de incapaz, de estar dibujando en un punto fijo, y por ello, nunca dibujo sentado. Prácticamente hago los dibujos en movimiento, y por ello, dibujo tras dibujo, año tras año, he ido perfeccionando la "Danza del dibujante", una técnica de dudosa efectividad plástica, pero que me permite sobrellevar las jornadas de trabajo. No sé qué opinarán otros dibujantes al respecto, pero a mí, la movilidad física me funciona, me permite desconectar durante unos segundos del tedioso movimiento de muñeca al dibujar, que en los dibujos más grandes el cansancio de la articulación es mayor, e incluso, me ayuda a ver la obra con otra perspectiva, de lejos, de cerca, desde arriba, abajo, de izquierda, derecha, y vuelta a empezar. Es una danza muy similar a la que hacen los boxeadores para tantear a su oponente, en mi caso, tanteo el trabajo que tengo delante desde los cambios de perspectiva y ángulo.
Os parecerá increíble, pero sí, estas cosas pasan en mi taller de trabajo, especialmente cuando llevas mucho tiempo implicado en la misma tarea.
















































































Aquí ya podemos apreciar el trabajo terminado, una pareja de alas, con un gran parecido entre sí, y con una importante afinidad simétrica. Se concluyen los dos meses de margen que me he dado para realizar el proyecto. Es en éste punto cuando ocurre algo mágico, el proyecto deja de ser una obra de continuos cambios para convertirse en Arte. 


Que sí, seguro que vosotros también lo habéis pensado, hacer el friki con las alas antes de hacer la entrega al cliente, si es que era obvio...


Montaje final de la obra, con ésta última fotografía podemos ver la verdadera envergadura del proyecto. Y por último, sólo me queda por decir que he disfrutado mucho escribiendo ésta publicación para vosotros, espero que el placer haya sido mutuo, muchas gracias por toda vuestra atención y recibid un cordial saludo. 

Abraham Moscardó
15-11-2020

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